Una mujer llamada Karen Goode ha presentado una demanda de 10 páginas contra Popeye's Louisiana Kitchen alegando que gusanos barrenadores infectaron su cuerpo y se están comiendo sus órganos después de consumir alimentos de la cadena de comida rápida del sur. Demanda a la cadena y a su franquiciado por $1 millones. Su abogado afirma que se encuentra en un estado terrible y que ha seguido perdiendo grandes cantidades de sangre y tejido muscular porque los gusanos barrenadores han intentado escapar de su cuerpo comiéndose su carne.
Sin embargo, un portavoz de la oficina corporativa de Popeye declaró que el franquiciado trabajó con terceros para investigar las afirmaciones de Goode y que eran infundadas. No hay evidencia de que la comida servida en el restaurante estuviera infectada con gusanos barrenadores. Además, los científicos han intervenido para contrarrestar las afirmaciones de Goode explicando que los gusanos barrenadores pueden infectar a los mamíferos, incluidos los humanos, pero no sobrevivirían a un proceso de cocción ni al ácido que se encuentra en el estómago de los humanos. En cambio, los gusanos barrenadores pueden infectar a las personas al entrar a través de heridas abiertas. Sus afirmaciones desafían la biología y el conocimiento médico existente, ya que los gusanos barrenadores son insectos y necesitan oxígeno para sobrevivir.
El portavoz de Popeye explicó que este restaurante y todos los demás franquiciados cocinan los alimentos a una temperatura de al menos 165 grados Fahrenheit, lo que significa que las bacterias y otros patógenos se eliminarían antes de servirlos. Mantienen un alto nivel de seguridad alimentaria ya que tienen una amplia reputación que mantener. Quizás esta demanda traerá más negocios a Popeye's, ya que están asegurando al público que no se ha encontrado nada sospechoso sobre su comida. La corporación respalda plenamente a su franquiciado durante este tiempo.
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